"El ser humano es agorafóbico por naturaleza. Odia los espacios abiertos y tiende a acotarlos".
Leí esta frase hace ya unas semanas, y más miro y observo mi alrededor, más cuenta me doy de la dolorosa certeza de esas palabras.
Nos da por construir fronteras, vallas metálicas, barreras, muros por todas partes (que se lo recuerden a Trump). Hay quien disimula sus temores con bonitas y floreadas vallas blancas de madera, o con perfectos y recortados muros de setos; limitando así el extenso espacio verde que pertenece a su jardín. Nos basta con utilizar una simple tiza, del color que sea; pintar una sola raya en el suelo para poner limites a "eso" que tanto nos aterra y que no sabemos bien que nombre ponerle.
Acotamos los lugares en los que hemos escogido vivir junto a toneladas de asfalto, hormigón y ladrillo, y volvemos a limitar esas superficies inertes con rayas blancas, azules y verdes en las que ubicar, de forma ordenada, nuestros vehículos. Hoy en día, incluso ponemos límites a las distancias de las carreras y pruebas que organizamos; no vaya a ser que el síndrome "Forrest Gump" haga acto de presencia, y al percibirnos de que no existen los límites reales (todos son impuestos e implantados) nos vaya a dar por correr y correr, y no queramos parar (a ver hasta donde seríamos capaces de llegar). De buen seguro que al día siguiente, un empresario carroñero nos "mete un pleito" por haber sido capaces de organizar una carrera sin límites, sin distancia, en autosuficiencia; y a causa de la cual, varios de sus "currelas", llevan varios días sin aparecer por el trabajo (eso sí, disfrutando de la existencia de lo ilimitado, es decir, de ellos mismos).
Algunos tenemos una edad (casi dos diría yo), en la que algunos "límites" ya nos acechan de forma incansable: "No crees que a tú edad deberías estar haciendo otras cosas.. ???"... "Cuándo piensas estarte quieto de una vez...???" ... "A partir de los 50 ya no es lo mismo ..."...es que esto.... aquello... lo de más allá.. "
Y no sería más útil unir nuestras fuerzas (ilimitadas por otro lado), para conseguir que el asfalto, los grises y el hormigón, vallas muros y barreras que nos rodean e invaden, vean su fin de una vez por todas...??? Cada vez sale más gente a pasear, a correr, en bicicleta, a caminar por bosques y montañas, sin darse cuenta de que si no ponemos otro tipo de límites, no nos quedarán ni bosques ni montañas, en los que recuperar parte de nuestra esencia y de nuestra humanidad. Ésta sí, realmente limitada.