Algo parecido fué la aparición de la física y la metafísica :
la una el reino de las certezas... la otra , el reino de la fe .
Pero , surgidos en la aurora de la época histórica , algunos documentos misteriosos revelaron la existencia de otra forma de conocimiento , que pretendia ocupar un término medio entre los dos territorios . Eran los frutos de una disciplina que había sabido inventar una vía paralela de conocimiento , próxima a la ciencia y a la religión , y sin embargo bien diferenciada.
ALQUIMISTAS...??? O ESCALADORES...???
Para entender un poco más a donde intento llegar , deberíamos hacer uso de nuestra delirante imaginación , adentrarnos en el interior de un laboratorio alquímico para intentar desvelar las claves del misterio... y contemplar en silencio , pero con los ojos y los sentidos bien abiertos , la escena que se desarrolla en una apacible noche de primavera de hace muchos...muchos años...
"He aquí al augusto anciano , el maestro , y a su lado , el dévoto alumno , ávido de saber .
La silenciosa estancia está iluminada por una leve luz opalina . Están presentes los instrumentos para la operación , y también vemos algunos libros encima de un modesto estante .
Es un momento solemne .
en Hermes ya ha sido pronunciado , y el alumno espera ahora las órdenes precisas para actuar .
Sabe que a partir de este momento ya nunca volverá a ser el mismo .
Conoce los materiales , sabe los tiempos y las operaciones ; lo que había antes , su nombre , su personalidad , ya no significan nada , porque está a punto de matar con el fuego el dragón venenoso .
Lo que más le angustia en su espera es que , junto a la materia que de un momento a otro va a ser liberada al martirio del fuego , en el crisol , también está su más íntima sustancia :
él mismo está a punto de "morir" para renacer filósofo...
Una cosa debía de tener clara : nada de todo aquello era un fin en sí mismo . Aunque hubieran sido necesarios muchos años de estudio y de paciente investigación para llegar a ese momento , en realidad no era más que un punto de partida , el inicio de un peligroso viaje .
De todos modos , la recompensa del éxito podía ser enorme , un premio ignorado por la mayoría , pero inestimable para el buen filósofo :
¡¡¡La encarnación del logos..!!! ¡¡¡ La epifania del espíritu..!!!
Y como resultado de ello... la paz interior... "

Photo by : Simona-Elena Vitouladitis
PD.- A partir de ahora sólo queda trasladarlo a nuestro lenguaje , al de los escaladores , los alpinistas , o cómo muy bien se referia Lionel Terray : Los conquistadores de lo inútil...
.- Blogtículo rescatado del fondo del "desván" , a raíz de una serie de conversaciones mantenidas estos días con seres de dudosa procedencia y reputación . ;-)))



"Ahora estoy seguro de que no ser idiota es una de las cosas más importantes para la vida de un hombre, hasta que poco a poco me vaya olvidando, porque lo peor es que al final me olvido, por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia."

"Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde, o el olor de un vagón de tren cuando uno entra y se tiene un billete para un viaje de tantas horas y todo va a ir sucediendo prodigiosamente, el sándwich de jamón, los botones para encender o apagar la luz (una blanca y otra violeta), la ventilación regulable, todo eso me parece tan hermoso y casi tan imposible que tenerlo ahí a mi alcance me llena de una especie de sauce interior, de una verde lluvia de delicia que no debería terminar más. " 
"Pero muchos me han dicho que mi entusiasmo es una prueba de inmadurez (quieren decir que soy idiota, pero eligen las palabras) y que no es posible entusiasmarse así por una tela de araña que brilla al sol, puesto que si uno incurre en semejantes excesos por una tela de araña llena de rocío, ¿qué va a dejar para la noche en que den King Lear? ."
"Ahora que lo pienso la idiotez debe ser eso: poder entusiasmarse todo el tiempo por cualquier cosa que a uno le guste, sin que un dibujito en una pared tenga que verse menoscabado por el recuerdo de los frescos de Giotto en Padua."
"La idiotez debe ser una especie de presencia y recomienzo constante: ahora me gusta esta piedrita amarilla, ahora me gusta "L'année dernière à Marienbad", ahora me gustas tú, ratita, ahora me gusta esa increíble locomotora bufando en la Gare de Lyon, ahora me gusta ese cartel arrancado y sucio. Ahora me gusta, me gusta tanto, ahora soy yo, reincidentemente yo, el idiota perfecto en su idiotez que no sabe que es idiota y goza perdido en su goce, hasta que la primera frase inteligente lo devuelva a la conciencia de su idiotez y lo haga buscar presuroso un cigarrillo con manos torpes, mirando al suelo, comprendiendo y a veces aceptando porque también un idiota tiene que vivir, claro que hasta otro pato u otro cartel, y así ...