INTERIORES CONQUISTADOS .

"Más allá de la forma y de las proporciones excepcionales de una montaña , la belleza , en escalada , a veces consiste en una pared idealmente vertical , lisa , perfecta , donde las presas casi hayan de ser defectos . Una pared puede parecernos más bella cuantas menos presas tenga y requiera al escalador más destreza y agilidad .

Quizá sea ésta una forma de la busca de la perfección en este deporte ; en todo caso , la busca de la dificultad.

Y con todo , no hay que ser en ningún caso un escalador "forzado" , se entiende interiormente , tanto si se escalan pasos de VI o de III ; sino un escalador "a sus anchas" , feliz hasta la punta de sus dedos , siempre en equilibrio sobre sus pies , haciendo gala de la lucidez debida a su experiencia y a su sentido común , es decir , una imaginación de gestos , el gusto de atreverse a algo conscientemente ...

el brío en el ánimo , el valor no sombrío , sino claro , exaltado , iluminado y no obligado , sino ligero y sereno , un ritmo en la distribución de sus movimientos , una anticipación al encadenamiento , una movilidad frente a la calidad de la roca y la disposición de las presas , una compresión cada vez más instintiva , normal , directa ; en suma , una especie de "parentesco" con la pared donde se halla... "

Texto : "Horizontes conquistados " , Gaston Rébuffat . Editions Denöel ( 1975 )