10 de febrero de 2014

RENACER SALVAJE...

Mientras la vida sigue llamando todas las mañanas a mi ventana, uno sigue recolocando aquellos "flecos" y sonrisas que todavía no han sido ordenados o reubicadas en un lugar seguro del alma. En estos días "Inver-primaverales", uno se halla realizando los preparativos de lo que vendrá, haciendo espacio en las estanterías de nuestras entrañas para albergar nuevas emociones y nuevos deseos.


Uno (yo) sigue mirando cada día hacias esos horizontes cada día más lejanos, cada día más asequibles, a ratos recorriendo senderos abruptos y escarpados, a ratos caminos más planos y sencillos de transitar. Uno (yo) sigue pisando esos sendas más "solitarias" y algo alejadas de comodidades y tejados rellenos de antenas que nos comunican con el resto del mundo, pero que nos mantienen alejados de nuestros munditos, de nuestras propias almas.

En estos días a caballo entre nubes y cielos rojos, uno (yo) vive la vida de una forma más "viva", abrazando árboles y acariciando montañas, abandonando parte de la cordura y respirando descalzo y desnudo, latiendo y compartiendo instantes entre senderos y bosques, sintiendo el deseo de volver a abrazar lo  salvaje... 



RENACER SALVAJE

"Despojarme de mi camisa, de mi libro, de mi abrigo, de mi vida. Dejarlos todos, cáscaras vacías y hojas caídas. Ir en busca de alimento y de un manatial.
De agua fresca. 

Encontraré un árbol tan grueso como diez hombres robustos. Las claras aguas derramándose sobre sus cenicientas raíces. Encontraré bayas, manzanas silvestres y semillas, y lo llamaré mi hogar. 

Le diré mi nombre al viento, sólo al viento. La locura nos alcanza o nos deja en el bosque hacia la mitad de nuestras vidas. Mi piel será ahora mi rostro.

Debo de estar loco. La cordura abandonada junto a los zapatos... y mi casa.   
Mis tripas rugen. Avanzaré a trompicones por la hierba y volveré a mis raíces, a mis hojas, a mis espinas, a mis retoños, y temblaré. 

Dejaré la senda de las palabras para adentrarme en el bosque. Seré un Montaraz, y saldré al encuentro del sol, y sentiré como el silencio aflora en mis labios. Como antes las palabras."

NEIL GAIMAN.