17 de marzo de 2020

LA BÚSQUEDA ...

Érase que se era, el nanoaño 30, día 39 de la luna plutoniana, semana 128 del calendario de Argos. Un panel indicaba que la nave y su solitario pasajero, debían de iniciar el regreso hacia el sistema estelar. No disponía de suficiente energia exobiológica para el regreso.


De pie ante el ordenador central de la nave, miró la extensión vacía del espacio arcaico.
.-"A las 26,55 horas la temperatura del vacío interestelar es de menos doscientos setenta y tres grados centígrados"- dijo -. Incluso sin tener en cuenta la sensación térmica, eso es frío, mucho frío.


Encontrar vida era uno de los principales propósitos del viaje. Muy pronto se había convertido en un propósito vital de Simón Key's. Viajaba por el espacio hacia los límites más lejanos de la galaxia. Hacía mucho, mucho tiempo que el Sol de la Tierra había desaparecido de la vista. Casi el mismo desde que comenzó a perder interés por las estrellas y por los planetas .

Había obtenido cierto placer examinando de cerca estrellas que se reconocían como parte de constelaciones importantes. Después de visitar algunos miles de estrellas, fue perdiendo el interés, después de visitar cientos y cientos de sistemas estelares, de haber encontrado miles de planetas con el potencial suficiente para contener vida, todavía se hallaba lejos de detectar alguna forma de vida por primitiva que fuese...


Las largas sesiones de análisis en la nave, sin casi comer ni dormir, sin compañía, daban siempre la misma respuesta frustrante que le partía el alma: no hay vida, muerto, estéril...

Año tras año, la nexogalaxia se convirtió a ojos de Simón, en una inmensidad vasta y terrible de aerolitos, polvo de estrellas, piedras insensibles y gases ardientes. Sólo pensaba en volver. Hasta que de repente, cuando iba a apretar el botón que le devolvería de vuelta a casa, al calor del hogar, en la pantalla del ciclopescaner de alta precisión, aparecieron aquellas huellas, tan familiares y esperanzadoras...


PD.-"Fantasía" inspirada en un cuento del escritor George Alec Effinger, titulado "UNO".
Este cuento lo podéis encontrar, en una fantástica recopilación de la colección Nova , de Ediciones B: "Obras Maestras" ( La mejor ciencia ficción del siglo XX ).